ANGELICA

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente fotografica: trendenciashombre.com
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En este artículo vamos a hablaros de la Angélica Archangelica L., conocida por Angélica o hierba del Santo Espíritu. Es originaria del norte de Europa y Groenlandia pero en la edad media se extendió por todo el hemisferio norte. Se trata de una planta de la familia de las Umbelliferae y se conocen más de 287 variantes. Alcanza una altura de dos metros, su tallo es robusto, sus hojas grandes y lanceoladas y sus flores blancas verdosas, dan un fruto llamado diaquenio. Esta planta florece entre abril y mayo y se desarrolla en un hábitat húmedo y sombreado como prados, bosques, arroyos...

Entre sus principios activos destacan aceites volátiles como el felandreno, pineno, borneol, linalol y limonelo; además de resina y ácido valeriánico entre otros. Tiene función antiespasmódica, diaforética, antiinflamatoria, expectorante, carminativa, diurética, antibacteriana del tracto intestinal y es estimulante digestiva.

Medicinalmente hablando, la virtud más importante de esta planta es la función aperitiva ya que es carminativa y digestiva, eliminando gases y favoreciendo la digestión. Actúa también en alteraciones del intestino delgado y grueso. Además está reconocida para tratar casos de anorexia o pérdida de apetito en niños y ancianos, ya que reestablece el sistema digestivo por completo. Sin embargo, también tiene otras aplicaciones, como mejorar la circulación por su acción estimulante en el retorno venoso aliviando el dolor de piernas y combatiendo la enfermedad de Buerger que estrecha arterias en manos y pies, otorgando a las venas una elasticidad adecuada. Por otro lado, es emenagoga, estimula el flujo sanguíneo de la pelvis, por lo que se indica en casos de infertilidad. También posee efecto calmante en patologías con índole reumática. Otra de las aplicaciones de esta planta tan versátil es la de controlar la psoriasis; sus propiedades relajantes del sistema nervioso controlan estados de ansiedad, insomnio, nerviosismo, migrañas o jaquecas. Sobre el sistema respiratorio, también influye favorablemente, ejerciendo una acción beneficiosa en patologías como gripe, tos, resfriados, bronquitis y asma. Por último, advertir que está contraindicada en pacientes diabéticos y en embarazadas.

A modo de curiosidad destacar que toda la planta desprende un intenso olor que atrae a las abejas y mariposas pero también insectos y sus depredadores creando así un equilibrio natural alrededor de ella. Su nombre deriva del latín Herba angelica a la que se le atribuían virtudes esotéricas para vencer a los malos espíritus. Empezó a ser usada en toda Europa hacia el siglo XIV, introduciéndose primeramente, en el arte culinario. Hoy en día, la industria cosmética, usa las semillas como aromatizante para perfumes, dentífricos y jabones. Numerosas bebidas alcohólicas en todo el mundo la incluyen por su característico aroma a almizcle para otorgar un toque especial, entre ellas la ginebra y famosos licores. También existen otro tipo de bebidas que la usan como el Agua del Carmen, una bebida que se fabrica desde el año 1611 por los monjes Carmelitas Descalzos. Antiguamente se usaban ramilletes de Angélica para proteger a los niños del mal de ojo. Y en algunas regiones de España y Francia, la Angélica, se consume como golosina escarchada usando solamente los tallos.

 

Espero que como siempre os haya gustado este pequeño retazo del mundo de la medicina natural. Por mi parte, os atiendo para cualquier consulta en Herboristería Artesanía de la Salud, la de Plaza Real, en Lorca. ¡Carpe Diem, amigos lectores!.