LA ESTEVIA, la hoja más dulce

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente fotografica: ysinoscuidamos.blogspot.com
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            En este artículo vamos a hablar de la Stevia rebaudiana Bertoni, más conocida como la hierba dulce y originaria de Paraguay y Brasil. Pertenece a la familia de las Asteráceas y es de origen tropical, generalmente silvestre, de terrenos arenosos y drenados, aunque en la actualidad ya se cultiva a gran escala para un consumo comercial. La stevia es un arbusto perenne con hojas de color verde intenso, incluso una vez desecadas; su raíz se extiende superficialmente pero esta parte carece de virtud endulzante. Sus flores son pequeñas y blancas brotando por primavera sin tener ningún aroma. Es justo antes de la floración cuando se cogen las hojas ya que es la parte que mayor edulcorante natural contiene.

 

           La stevia es una de esas plantas misteriosas poco conocidas y difundidas, sin embargo quien la conoce queda fascinado por su propiedad innata: endulzar. Se trata de la hoja más dulce catalogada, superior 200 veces al azúcar refinado pero completamente anticalórica. Paradójicamente previene enfermedades bucales y regula la glucosa en sangre. Para los diabéticos, Copalchi y Canela, es un Santo Grial. Además de ser antiácida, es cardiotónica, digestiva, diurética, hipotensora y vasodilatadora. Contiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio, zinc y vitaminas A y C.

Su principal acción es la de regular el nivel de glucosa en sangre gracias a los esteviósidos y rebaudiósidos. Ambas son moléculas naturales y no modificadas por laboratorio que otorgan a estas hojas su poder endulzante. La Stevia es por naturaleza un sustituto del azúcar. En los estudios científicos se le reconoce su acción antidiabética y otros indican también una acción antibiótica que combate las infecciones bucales, retrasa la aparición de caries y disminuye el dolor en las encías sensibles al ser combinado con Salvia. Se aconseja también en dietas por su aporte cero de calorías. Disminuye la ansiedad por comer dulces y regula la insulina haciendo que el cuerpo acumule menos grasas. Es un hipotensor suave por lo que baja la tensión arterial alta. Su acción diurética incide en los riñones. Mejora las funciones gastrointestinales y previene de infecciones, disminuyendo la resistencia de bacterias y virus relacionados con gripes y resfriados. Por ultimo ayuda a disminuir el deseo a los tóxicos por lo que se aconseja en curas de desintoxicación: para el tabaco combinado con Grindelia y para el alcohol con Cardo Mariano.

           En aplicaciones externas, como cataplasmas, se emplea para el tratamiento de manchas en la piel y granos, además de suavizar el cutis y hacer cicatrizar rápidamente cortes superficiales. Aplicado como mascarilla facial combina bien con arcilla blanca aportando suavidad y tensando las arrugas.

 

             De manera histórica y satisfaciendo curiosidades, la Stevia ha sido usada desde siempre como endulzante por los indios guaranís. Hoy en día, en Japón su consumo abarca el 41% de los endulzantes conocidos. Sirve desde la época precolombina para acompañar al mate. El científico suizo Moisés de Santiago Bertoni la descubrió para el mundo occidental en 1887 y comenzó los primeros estudios de esta planta. Hubo un intento de exportarla en la segunda Guerra Mundial a Gran Bretaña pero fue un fracaso pues la Stevia no se preproduce a través de las semillas sino mediante esquejes y siempre que estos no contengan flor. Fue Tetsuya Sumida en 1970 quien la introdujo en Oriente al llevarla a Japón. Hoy en día China es su principal productor para el resto del mundo. En 1991, EEUU prohibió su consumo sin alegar razones, prohibición que fue levantada en 1995. En 2007 CocaCola y Cargill (empresa de Minesota, de semillas para la agricultura) obtuvieron 24 patentes de una de las sustancias derivadas de la Stevia para endulzar su famosa bebida y diversos alimentos respectivamente. En Japón, su extracto se aplica en la cría de cultivo de peces en cautividad, además de en cultivos agrícolas para producir frutas más dulces y más grandes. También hay que destacar que la fermentación de la planta sirve para recuperar y nutrir terrenos infértiles o  contaminados con dioxinas o sobreexplotación agroquímica, lográndose regeneración en pocos años.

 

             Como veis la naturaleza no deja de sorprendernos, somos una gota de agua en un vaso muy grande. Si deseáis saber más, acercaos a mi Herboristería, la de Plaza Real. Os deseo una feliz primavera y que disfrutéis del los primeros baños de sol. ¡Carpe diem!.