LAVANDA

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente fotografica: elespiritudelasplantas.blogspot.com
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          En este articulo vamos a hablar de la Lavandula officinalis Chaix, importantísima planta conocida por otros nombres como lavanda, lavandín y fácil de confundir con el espliego o cantahueso entre otras.

         La lavanda pertenece a la familia de las Lamiaceae y se conocen una treintena de subespecies que a simple vista y olfato es imposible distinguir. En realidad, la lavanda es una mata aromática intensa, leñosa y de crecimiento vertical que habita en terrenos calcáreos de la Europa meridional, occidental y Norte de África. Sin embargo hoy en día su cultivo esta extendido por todo el mundo. Esta planta se da en estado silvestre a partir de una altitud de 500 metros, prefiere los climas templados, florece en julio y agosto y se compone de hojas color verde ceniza en su base desarrollando un tallo rectilíneo que acaba en flor- fruto violáceo de intenso aroma agradable. Su altura alcanza el metro y medio. Una peculiaridad de esta planta es que logra reproducirse fácilmente con otras variantes de su especie, por lo que al generar un híbrido, potencia sus propiedades medicinales pero pierde pureza.

         Su aceite esencial contiene los principios activos importantes que son: alcanfor, linalol, geraniol, eucaliptol, taninos, saponinas y diversos ácidos entre otros. Pero principalmente hay que destacar que se considera un calmante del sistema nervioso. Se le reconoce paliar las migrañas, dolores reumáticos, lumbares, tortícolis, plantares, estimular la digestión, controlar la eneuresis, ser antiséptica, hipotensora, cicatrizante, antivírica y antibacteriana…

         El principal reclamo de esta planta hoy en día a nivel terapéutico es que controla las molestas migrañas de origen nervioso o hepático. Pero no hay que olvidar que es una de sus múltiples propiedades. Funciona para frenar dolores de cabeza por su acción sedante del sistema nervioso, logra mejorar la conciliación del sueño, reduce la tendencia a palpitaciones, controla la hipertensión, ayuda a liberar el estrés de la vidas cotidiana y es un complemento ideal para aquellas personas que sufren depresión porque vigila que no haya alteraciones del sueño en la fase REM. Es importante destacar, que ayuda a disminuir las crisis de psoriasis y favorece la curación de los eccemas, desinfecta heridas y alivia en quemaduras. En otra faceta como la muscular, calma la tensión acumulada (sobretodo si se combina con romero), al igual que es eficaz en hematomas o moratones ya que rebaja la inflamación. De manera capilar mejoran a combatir el estrés oxidativo del folículo piloso a través de fricciones que aumentan el riego sanguíneo en la zona (junto con esencia de eucalipto se convierte en un combinado contra la alopecia). Otra de sus aplicaciones practicas es en la aparición de enfermedades microbianas ya que es inhibidora de la reproducción de gérmenes responsables de enfermedades respiratorias: se recomienda en uso interno en procesos de faringitis, laringitis o anginas; también en bronquitis para calmar la tos; disminuye los síntomas gripales y de refriados. A modo digestivo reduce el nerviosismo estomacal acumulado por tensiones o indigestiones; y al ser colerética estimula la producción de la bilis por vía hepática y vesicular, al igual que reduce la inflamación del vientre que provoca dolor o nauseas de origen putrefacto en el intestino. Es la alternativa mas sana bien en inhalación o infusión, cuando ocurren mareos o vértigos en los viajes. Está aconsejada en lavados vaginales para combatir las cándidas debido a su acción antiséptica. Y por último, una de las aplicaciones mas desconocida es la de que actúa como repelente de insectos (los mosquitos, entre ellos el tigre, no soportan el olor a lavanda) y sirve para desinflamar y anestesiar la picadura evitando el rascado y su posterior herida.

      Curiosamente la lavanda fue célebre en la época romana como perfume, condimento culinario y medicina (usaba para combatir las picaduras de serpientes). Aunque fueron los romanos los que introdujeron su uso cotidiano, los hebreos la usaban con fines rituales para quemándola como presente purificador. Desde siempre a estado vinculada a la higiene, de hecho en la edad media se esparcía por los suelos como desinfectante. Su signo zodiacal pertenece a Aries. La espiga de la lavanda siempre se ha asociado a la protección contra las desgracias siendo un potente talismán para atraer la prosperidad y la fecundidad.

          Para cualquier duda, os atiendo en la Herboristería de Plaza Real. ¡Un abrazo muy fuerte a todos los seguidores de esta publicación y carpe diem!.