EQUINACEA

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente fotográfica: viableherbalsolutions.com
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En este nuevo artículo de fitoterapia y en vista de que hemos entrado ya en la estación del otoño quiero hablaros de la Equinacea, Echinacea angustifolia, conocida también como Flor de la Pradera o Púrpura de la Pradera. Se trata de una planta que aumenta nuestro sistema inmunológico de manera extraordinaria para hacer frente a multitud de infecciones y agentes externos que nos atacan en la vida diaria y merman nuestra salud.

La Equinacea pertenece a la familia de las Compositae, concretamente de las Asteráceas y es nativa de Norteamérica. Son nueve especies las que se clasifican, sin embargo, hay que tener en cuenta que la Angustifolia es la variante más utilizada seguida de la Purpúrea y la Pallida. Prolifera principalmente en terrenos arenosos y puede crecer de manera silvestre en lugares secos por su capacidad de adaptación. Se trata de una planta herbácea que mide entre 1 y 2 metros de altura y la recorren hojas ásperas de color verde oscuro, mientras que la flor, según la variedad, se torna de color rosa, blanco, rojo o púrpura. Florece en verano y en otoño aguantando las heladas y se multiplica en la estación primaveral.

Aunque lo que más destaca de la planta es la flor, la realidad es que es la raíz es la parte más apreciada por contener los principios activos más importantes que son el aceite esencial, el glucósido, la equinaceína además de los compuestos fenólicos entre muchos otros.

El amplio espectro que cubre la Equinacea es importantísimo pues potencia a otras plantas y oligoelementos reforzando nuestro sistema inmunitario y activando la producción de leucocitos y elevando las células T o linfocitos. Sus propiedades antibacterianas y antivíricas son las más optimas para luchar contra hongos, bacterias, virus, parásitos y sustancias químicas que circulan a sus anchas por nuestro organismo. Se aplica para procesos infecciosos de origen respiratorio como resfriados, gripes, sinusitis, amigdalitis, otitis, catarros, neumonías… Igualmente es una planta básica para tratar infecciones gastrointestinales, bucales, renales, dermatológicas, alergias, psoriasis… Y no podemos olvidar que mejora el proceso de cicatrización de heridas y quemaduras. Se recomienda en procesos de quimioterapia y radioterapia. A nivel óseo y combinado con calcio acelera la capacidad de asimilación; mientras que con cartílago de tiburón potencia y fortalece el cartílago acortando el tiempo de recuperación. También se aplica en candidas vaginales combinada con tomillo tanto en uso externo como interno.

 

En realidad, decir Equinacea es decir Sistema Inmunitario, ya que es la planta que mejor estimula nuestras defensas. Aunque su descubrimiento es muy reciente, su cultivo se ha extendido a casi cualquier parte del planeta de manera rápida por su vistosidad para decorar jardines. Su origen se haya en Estados Unidos y su uso fue simplemente sagrado para las tribus indias de America del Norte que la aplicaban como remedio para las mordeduras de serpiente e insectos venenosos o para aliviar el dolor de muelas o garganta. La Equinacea es una planta que hoy en día se conoce mundialmente y los países que más la cultivan son USA., Nueva Zelanda, Australia, China y en menor escala, Argentina. La primera información que consta y que la introduce en la medicina practica data de 1904, produciéndose en tintura y siendo uno de los productos fitoterapéuticos más vendidos en América. La noticia del poder de esta planta llegó a Europa sobre la década de 1920 pero fue sobre 1930 cuando se exportó a Europa y empezó a cultivarse y aplicarse médicamente hasta nuestros días. Pero la medicina clásica con la aparición del primer antibiótico en 1945 hizo mermar el interés despertado por esta planta. Con el tiempo hemos comprobado que los antibióticos no son la panacea para todos los ámbitos y la población ha vuelto a demandar este antibiótico natural de amplio espectro que nos regala la madre naturaleza y que no nos deja residuos químicos en el hígado. Desde su descubrimiento ha desencadenado multitud de estudios científicos debido a su impresionante poder estimulador del sistema inmunitario. Os recomiendo el publicado en la revista científica Discovery Salud nº 77 de Noviembre de 2005. Debéis de saber que uno de sus mayores divulgadores fue el naturista Alfred Vogel (1902-1996), fundador de la empresa suiza A. Vogel Echinaforce, quien aprendió de su uso y cultivo por el país de la tribu Sioux y conoció al jefe Alce Negro, quien le regalo las primeras semillas de Echinacea, y que hoy en día es uno de los productos de más peso en su empresa.

 

Para concluir voy a contaros algunas cosas curiosas relacionadas con esta planta. El nombre de Equinacea significa “espinoso” y se debe a la forma de sus pétalos que rodean la cabeza se asemejan a un erizo. Los indios Siux la usaron para tratar la rabia, los de la región de Dakota la usaban en tratamientos oculares; los de Blackfoot y los Choctow la aplicaban en infecciones bucodentales y la tos; los Delaware en enfermedades de origen sexual; los Comanches en afecciones de garganta y los Cheyenne en el reuma. Los primeros nativos y colonos la desecaron para fumarla y posteriormente soplaban el humo sobre las fosas nasales de los caballos para restarles la furia. Antes de empezar a usarse como estimulador inmunitario, su uso específico era para limpiar la sangre. La primera descripción botánica de la que se tiene referencia es en 1792 en el libro llamado La Flora de Virginia de John Clayton donde era recomendada para tratar las rozaduras por la montura a los caballos

 

Espero que la Equinacea os sirva para todos los ámbitos de vuestra vida. Si queréis saber mas sobre esta planta solo tenéis que acercaros y preguntarnos cual es vuestro tratamiento específico. Nosotros nos encontramos en Herboristería Artesanía de la Salud, la de Plaza Real, su herbolario de confianza en Lorca.

 

 

HERBOCONSEJOS: Te ofrecemos algunos ejemplos de combinaciones perfectas con esta planta: ¿Resfriado o gripe? = Equinacea + Propóleo. ¿Dermatitis? = Equinacea + Bardana. ¿Químio o Radio? = Equinacea + Zinc. ¿Problemas intestinales? = Equinacea + Tomillo + Probiotico o Aloe Vera. Si deseas saber cual es la tuya particular visita nuestro herbolario, en Lorca en Plaza Real