OLIGOTERAPIA

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente Fotografica: medicablogs.diariomedico.com
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INTRODUCCION E HISTORIA BASICA


Oligos en griego significa poco y por el término latino Elementum entendemos el principio físico o químico que entra en la composición de los cuerpos. Los oligolementos son, pues, sustancias que se encuentran en nuestro organismo en cantidades más o menos infinitesimales pero que resultan de vital importancia para el mantenimiento del equilibrio orgánico, y por tanto, de la salud. Su intervención en reacciones y procesos metabólicos los hace imprescindibles, tanto en el tratamiento como en la prevención de las enfermedades. Son como los ayudantes en la sombra: cuando están, pasan desapercibidos porque todo funciona bien pero cuando están de baja su ausencia trae consecuencias más o menos complejas.

La utilización terapéutica de la Oligoterapia se remonta a la antigüedad, si bien en un principio su aplicación se basaba en resultados empíricos; la administración de determinados elementos según el estado de la persona provocaba una reacción positiva del organismo aunque sin saber exactamente porqué. Ya en el siglo XIII Arnauld de Villeneuve subministraba trocitos de esponja marina asados a los enfermos de bocio observando mejoras clínicas que nadie podía explicar al no poder relacionarlas en aquel entonces con la presencia de iodo en las esponjas. Posteriormente Basilio Valentino hizo lo mismo en Suiza, donde el bocio era una enfermedad endémica. Tampoco él pudo dar explicación alguna del porqué de las mejorías sintomáticas.

Fue Coindet, 6 siglos después, en 1819, quien demostró que la eficacia de los trocitos de esponja marina en la enfermedad del bocio se debía al iodo contenido en ellos. Hoy en día sabemos el importante papel metabólico que este metaloide desempeña en el buen funcionamiento de la glándula tiroides y que el bocio no es sino una manifestación de irregularidades en el funcionamiento de dicha glándula.

Años más tarde, Gabriel Bertrand, en 1849, habló por primera vez del papel enzimático de estos componentes de la materia viva y de su acción catalizadora en numerosas reacciones metabólicas orgánicas en un momento histórico en que los metales y metaloides que se encontraban en pequeñas cantidades en un organismo vivo eran considerados por la medicina como impurezas.

Todos estos antecedentes sirvieron para que ya en el siglo XX, en 1932, Jacques Menetrier, verdadero padre de la Oligoterapia, descubriera el valor terapéutico de los oligoelementos en medicina humana. Siguiendo los estudios de Bertrand y sus colaboradores, Menetrier desarrolló un concepto totalmente innovador según el cual la receptividad a las enfermedades está en relación con los intercambios orgánicos, que depende del “terreno” de la persona y que este “terreno” puede cambiar según el tiempo que haga que sufre la enfermedad, la edad del paciente y determinados factores (ambientales, emocionales, nutricionales…). En base a esto Menetrier estableció que se puede modificar la evolución de la patología actuando sobre los intercambios orgánicos, lo que es posible mediante la intervención de los llamados oligoelementos.

Desde entonces hasta nuestros días aportaciones como la Henri Picard en el campo de reumatología o de Andre Dupouy, en el de cardiología, han demostrado la eficacia de la Oligoteria en el tratamiento de las enfermedades.


DEFINICION DE LA OMS DE OLIGOTERAPIA

 

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el término salud como “un estado de equilibrio tanto físico como psíquico y social”. Ante una perturbación de cualquier tipo, considerada como el factor desencadenante de una posible enfermedad, la persona puede entrar en el estado de compensación, en el cual se ponen en funcionamiento sus sistemas de defensa que le permitirán mantener dicho equilibrio o bien, si se trata de una persona más debilitada, caer en estado de descompensación, en cuyo caso aparecerán síntomas de patología funcional en cualquier parte de su cuerpo físico o psíquico. Según actúen los sistemas de regulación nos encontraremos ante un determinado síndrome reaccional o diátesis, que indica cierta predisposición a determinadas afecciones patológicas.

 

CONCEPTO DE OLIGOTERAPIA


1) es una medicina del terreno, no del síntoma; En cuanto al terreno individual, la Oligoterapia es una terapéutica global del individuo que actúa de manera reguladora profunda sobre las causas reales de las enfermedades. Estas causas están en el llamado “terreno” del individuo, su unidad biológica, somática y psíquica, tres partes indisociables del ser humano.

2) soluciona las causas profundas, los tejidos y metabólismo, de las enfermedades; 

3) refuerza las defensas naturales del organismo. Todo eso es confortado por una vasta literatura farmacológica y clínica que revalúa una terapia creída injustamente nebulosa y falto de adecuadas bases fisiológicas.

Definimos oligoelementos aquellos elementos químicos que están presentes en concentración igual o inferior al 0,01% del peso seco del cuerpo humano. Hablamos de oligoelementos esenciales entendiendo los que desarrollan un papel fisiológico indispensable a la vida. Un oligoelemento es definido esencial cuando tiene las siguientes características:


   a) está presente en todos los tejidos sanos de todos los organismos vivientes; 

  b) tiene relativamente una concentración constante;

   c) induce a causa de su falta, alteraciones estructurales y fisiológicas típicas;


ALGUNOS OLIGOELEMENTOS ESENCIALES Flúor (F), Selenio (Se), Cobalto (Co), Cromo (Cr), Cobre (Cu), Zinc (Zn), Hierro (Fe), Magnesio (Mg), Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo), Níquel (Ni), Vanadio (Va), Silicio (Si).


La Oligoterapia podría entenderse como la terapia con oligoelementos, aunque como se explicará más adelante, deben ponerse unos matices a esta afirmación.  Los oligoelementos son elementos químicos que se encuentran en todos los seres vivos. Sus concentraciones son pequeñas, del orden de 1 mg por Kg de peso corporal, pero son absolutamente necesarios para la vida y el buen funcionamiento de los seres vivos.

Los oligoelementos tienen un papel muy importante dentro del metabolismo y es que actúan como cofactores: Un cofactor es una sustancia que actúa como colaborador imprescindible de las enzimas. Las enzimas son las encargadas de facilitar la realización de las distintas reacciones bioquímicas en el organismo, de manera que si éstas no están presentes, las reacciones bioquímicas o metabólicas pueden darse, pero con una velocidad tan lenta y un gasto de energía tan grande, que pueden llegar a ser incompatibles con la vida.

Por este motivo, cuando los oligoelementos no funcionan de la manera correcta, tampoco las enzimas lo hacen y esto se traduce en una serie de alteraciones en el metabolismo, que en el paciente se pueden expresar simplemente como una disfunción (alteración leve de la función de un órgano)  o en estados más avanzados como una enfermedad concreta.

La Oligoterapia, lo que pretende una vez detectada esta situación, es administrar al paciente el o los oligoelementos correspondientes que están fallando en ese organismo, para que los procesos que no se están dando de la manera correcta vuelvan otra vez a la normalidad.

En condiciones normales, esos oligoelementos se están adquiriendo a través de la alimentación y en general, los alimentos  contienen la cantidad suficiente para cubrir las necesidades diarias. Sin embargo, el hecho de que el oligoelemento para poder actuar como cofactor, deba encontrarse en el interior de las células, hace que se trate de un viaje complicado: los oligoelementos se toman con los alimentos, deben pasar por el tubo digestivo, allí absorberse, pasar a la sangre y de ahí al interior de la célula para jugar su papel. En este viaje, los oligoelementos se pueden encontrar con algunas dificultades, el paso más difícil es el último: la entrada en la célula. Dado que los oligoelementos en la alimentación no  se encuentran de forma aislada, es común que existan interferencias entre ellos mismos y con otros metales pesados, lo que altera este último y definitivo paso. Además, no siempre se ingieren en la forma más disponible para la célula.

La Oligoterapia pone a nuestra disposición esos oligoelementos o bien aislados o en combinaciones compatibles con el metabolismo, de una forma que facilita su entrada a la célula y por tanto a su lugar de acción.

La Oligoterapia se puede decir por tanto, que es una terapia reguladora, pues simplemente proporciona al organismo lo que necesita en la cantidad que necesita, para que éste sea capaz de continuar con su funcionamiento normal. Se puede utilizar en muchas enfermedades diferentes: enfermedades infecciosas, alergias, enfermedades funcionales digestivas, trastornos endocrinológicos, patologías psíquicas menores como ansiedad o estados depresivos, medicina antienvejecimiento, etc.

La principal ventaja de la Oligoterapia es que, al utilizar sustancias propias de todos los seres vivos y en las concentraciones fisiológicas (normales para el funcionamiento de ese organismo), carecen por completo de toxicidad o contraindicaciones. Por esto, se pueden utilizar para tratar diferentes  patologías en la infancia (muy útil en infecciones respiratorias de repetición, por ejemplo),  o en embarazadas. Así mismo, tiene una eficacia muy alta en el tratamiento de determinadas lesiones o situaciones adversas en el deportista (desde un catarro común a una contractura muscular pasando por esguinces o alteraciones articulares), teniendo en cuenta, que los deportistas profesionales pueden tomar oligoelementos sin que tengan ningún problema de dopaje, porque como ya se ha dicho se trata de sustancias propias del organismo y en dosis fisiológicas.

Para garantizar que los oligoelementos lleguen a su sitio de actuación, a la célula, hay que cuidar su forma de administración: habitualmente se toman por vía sublingual, es decir, manteniendo el líquido (así es como se presentan)  unos minutos bajo la lengua y después ingiriéndolo, preferentemente fuera de las comidas.

Evidentemente cada oligoelemento tiene unas funciones diferentes en el organismo y por tanto una acción distinta cuando se administran en Oligoterapia. Además, como ya se ha explicado antes, se pueden utilizar o bien oligoelementos individuales, o bien en asociación, dependiendo de qué función desea estabilizarse.

FUNCIONES DE LOS MINERALES EN LA OLIGOTERAPIA

Dependiendo de las características de la persona nos puede determinar un síndrome, que nos permitirán un diagnóstico basado en el comportamiento físico, psíquico e intelectual.

Funciones:
- Función catalítica
- Función activación enzimática
- Función reguladora del terreno
- Aceleran el proceso enzimático y activan las encimas.

Síndrome Hiperreactivo, Hiporreactivo, distónico y anérgico. A continuación les mostramos algunas características de cada uno.

Síndrome Hiperreactivo:
Físico: Mal levantar, que con el esfuerzo se desfatiga, es una persona con una gran resistencia y tiene tendencia a la hiperactividad que normalmente le impide acostase temprano. No les gusta la rutina , suelen ser competitivos.
Psíquico: Suele ser una persona optimista, hiperactivo, nervioso, irritable, emotivo, se suele adaptar bien ante cualquier circunstancia.
Intelectual: Poca memoria, esfuerzos discontinuos, inestable e inconstante.
Síntomas: Dolores erráticos, difusos, asma esencial tipo alérgico, hipermenorreas, hipertiroidismo, nerviosismo, taquicardias, adelgazamiento, hepatismos con náuseas matinales, vómitos biliares, colitis etc.
Diatesis I: Manganesio

Síndrome Hiporreactivo:
Físico:
Astenia progresiva, aumentando a lo largo del día, tiende a levantarse y acostarse pronto. Tendencia a estar cansados.
Psíquico: Es una persona reflexiva, pesimista, calmado. Aunque puede presentar nerviosismo e irritabilidad, por luchar contra la fatiga.
Intelectual: Le cuesta concentrarse. Suele tener conocimientos profundos más que brillantes.
Síntomas: Bronquitis recidivantes, cistitis recidivantes, afecciones cutáneas tipo eritema, acné, psoriasis, disfunciones del tiroides, retrasos en el desarrollo infantil, sensibilidad respiratoria, bron-pulmonar.
Diátesis II: Manganesio- Cobre

Síndrome Distónico
Físico: Astenia cíclica, se puede agravar antes de las comidas y al final de la tarde.
Psíquico: Suele ser una persona ansiosa, nerviosa, emotiva y angustiada, con tendencia a melancolía.
Intelectual: Puede tener pérdidas temporales de la memoria.
Síntomas: Artrosis, con dolores periódicos, cefaleas difusas. Alteraciones circulatorias de los miembros inferiores, alteraciones digestivas, variaciones tensionares.
Diátesis III: Manganesio – Cobalto

 

Síndrome Anérgico:
Físico: Astenia global, su vitalidad disminuye rápida o lenta y posible envejecimiento prematuro.
Psíquico: Tendencias depresivas, desinterés por la vida, deseo de reposar e incluso de desaparecer.
Intelectual: Le cuesta concentrarse, confusión mental, con periodos de regresión y alternancia.
Síntomas: Enfermedades infecciosas agudas, estados inflamatorios agudos, atonía. Disminución de la capacidad de defensa frente a la infección, obsesión suicida, estados depresivos.
Diátesis IV: Cobre- Oro - Plata.

El primer oligoelemento a tener en cuenta es el de la diátesis (el base, en ayunas) para regular el terreno, luego podemos añadir complementarios dependiendo de la patología

 

LOS OLIGOELEMENTOS MAS DESTACADOS

A continuación te presentamos las propiedades de algunos oligoelementos esenciales para nuestro organismo:

Calcio: Este oligoelemento lo encontramos en productos lácteos como la lache, quesos, yogurt, etc. Su aportación al organismo es balancear el sistema nervioso, constituir los huesos, los dientes y llevar un óptimo nivel de coagulación de la sangre.

Cobalto: Lo podemos encontrar en algunos vegetales como el rábano, las cebollas, la coliflor y las setas; también lo encontramos en carnes y crustáceos. Sus propiedades previenen la osteoartritis y es un excelente anti-anémico.

Cobre: Las fuentes donde podemos encontrar este metal son en los moluscos, vísceras, frijoles, cereales, frutos y carne de pollo. Forma parte de los tejidos corporales como el hígado, cerebro, riñones y corazón; y su función es prevenir infecciones de las vías respiratorias, reumatismos y aceleración de la síntesis de la queratina.

Flúor: Lo encontramos en el agua y el té. Una de sus principales funciones es prevenir la caries dental.

Fósforo: Este oligoelemento lo podemos encontrar en el pescado, cereales y carne. Constituye huesos y dientes, proporciona reacciones energéticas y lleva una parte fundamental en la formación de proteínas.

Hierro: Lo encontramos en el hígado, ostras, moluscos, carnes rojas, pollo, pescado y cerveza; los cereales y los frijoles son buenas fuentes vegetales. Su función es ser componente de la hemoglobina, alrededor de un 75% de la sangre.

Manganeso: Este oligoelemento lo podemos localizar en cereales, almendras, legumbres, frutas secas, pescados y soya Es parte importante en la constitución de ciertas enzimas, su deficiencia produce pérdida de peso, dermatitis y náuseas; se cree que participa en funciones sexuales y reproductoras. En el organismo se encuentra principalmente en el hígado, huesos, páncreas e hipófisis.

Magnesio: Se localiza en el chocolate, almendras, búlgaros, cacahuates, pan entero, carnes y soya. Su función es disminuir el deseo de los azúcares y el drenaje del agua, además actúa en la irritabilidad, cansancio, calambres, palpitaciones y preserva la tonicidad de la piel.

Potasio: Lo podemos encontrar en las frutas frescas y secas, legumbres y en los cereales. Su función es favorecer los intercambios celulares e intracelulares.

Selenio: Este elemento se ubica en los cereales completos, la levadura de cerveza, ajo, cebolla, germen de trigo y carnes. La función que desempeña en el organismo es la de neutralizar los radicales libres (envejecimiento), retrasa los procesos de la miopía y preserva la tonicidad de la piel.

Sodio: Lo encontramos principalmente en la sal y en otros alimentos como el queso y el pan. Su labor es la de hidratar correctamente el organismo y actuar en la excitabilidad de los músculos.

Yodo: Las principales fuentes donde se localiza este oligoelemento es en los productos de mar como los mariscos. Este elemento es indispensable al ser constituyente de las hormonas tiroideas.

Zinc: Lo encontramos en las carnes rojas, pescado, pollo, productos lácteos, frijoles, granos y nueces. Su función dentro del organismo es la de acelerar la cicatrización de las heridas, favorecer en el crecimiento del feto en mujeres embarazadas, participar en la formación del colágeno y de la elastina de la dermis, favorecer el tránsito intestinal y participar en el buen funcionamiento de la próstata y de los ovarios.

Los minerales se pueden dividir en tres grupos: macroelementos (se miden en gramos y son: sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, cloro y azufre), microelementos (se miden en miligramos y son: hierro, flúor, yodo, manganeso, cobalto, cobre y cinc) y oligoelementos (se miden en microgramos y son: silicio, níquel, cromo, litio, molibdeno y selenio).

 

Los minerales son los componentes inorgánicos de la alimentación, es decir, aquellos que se encuentran en la naturaleza sin formar parte de los seres vivos. Desempeñan un papel importantísimo en el organismo, ya que son necesarios para la elaboración de tejidos, síntesis de hormonas y en la mayor parte de las reacciones químicas en las que intervienen los enzimas. El uso de los minerales con fines terapéuticos se llama oligoterapia.

MINERALES

Macroelementos:

Sodio
Potasio
Calcio
Fósforo
Magnesio
Cloro
Azufre

Microelementos:

Hierro
Flúor
Yodo
Manganeso
Cobalto
Cobre
Zinc

Oligoelementos:

Silicio
Níquel
Cromo
Litio
Molibdeno
Selenio