LOS OMEGAS

Por David Alma, Herbolario en Herboristeria Plaza Real en Lorca

Fuente fotografica: laiveesvida.com
Fuente fotografica: laiveesvida.com

 

          En este articulo vamos a tratar un tema complejo pero con explicaciones sencillas, ya que los Omegas es uno de los productos más demandados en herboristerías y además necesario para el correcto funcionamiento del organismo. Por su importancia y comercialización vamos a explicar la acción del 3, 6 y 9. Siempre que se aborda este tema, se cae en tecnicismo de siglas formando un tema bien explicado pero de difícil comprensión. Nuestro objetivo es que se sea de fácil comprensión y práctico porque consideramos que lo importante es saber de qué se trata y poder aplicarlo.

          Los Omegas son ácidos grasos esenciales. No pueden ser fabricados por el organismo por lo que hemos de suministrárselos en la alimentación o a través de un suplementos alimenticios. Los Omegas se clasifican en función de si son poliinsaturados esenciales (grupo Omega 3 y Omega 6) y los monoinsaturados (grupo Omega 7 y Omega 9).

          Cada uno aporta distintos beneficios al organismo, es por ello que los explicamos por separado pero sus funciones básicas y principales son transportar distintos nutrientes que inciden en el sistema inmunitario, hormonal y desarrollo celular.

Es evidente que son grasas, pero debemos de saber que hay grasas que nos perjudican y grasas que lo sanan. Los omegas son grasas buenas, fundamentales para el bienestar de nuestro organismo. Sin su aporte o estado carencial hay patologías que pueden manifestarse, perpetuarse o degenerar en afección grave, crónica o mortal. Por ejemplo, algunos síntomas de que algo no va bien pueden ser: piel seca, estreñimiento, fatiga, cabello débil, alteración de la función hepática y renal, cicatrizaciones lentas de la epidermis o vitíligo, anomalías del sistema inmune, problemas digestivos, hinchazón del vientre, inflamación, acentuación de las alergias, perdida rápida de mineralización ósea, riesgo de infertilidad o abortos, retardo del crecimiento infantil, resistencia a la insulina, desprotegimiento de la membrana celular y neuronal, tendencia al sobrepeso, riegos cardiovascular o afecciones relacionadas con la sangre, exposición al deterioro por radicales libres o estrés oxidativo…

          Como veis la lista es para salir corriendo, sin embargo no es necesario que os salten las alarmas. Simplemente es una exposición de síntomas relacionados con una carencia excesiva de los Omegas. Por ello recomendamos su consumo en alimentos que son fuente de estos o bien utilizar los avances tecnológicos de nuestra época y consumirlos en suplementos como un aporte extra de manera periódica y temporal. Consumir Omegas aporta beneficios como aumentar la concentración y el aprendizaje, mantener la función correcta de órganos y vísceras, proteger tejidos celulares, rebajar la inflamación muscular, fortalecer huesos, dientes, cabellos, uñas, membranas celulares; flexibilizar arterias, depurar la sangre, controlar el colesterol, eliminar triglicéridos… Estoy seguro que esta segunda lista os agrada más.

            Vamos a explicar por separado los Omegas, cuales son sus fuentes alimentarias y qué beneficios nos aportan.

 

¿QUE ES EL OMEGA 3, DONDE SE ENCUENTRA Y EN QUE BENEFICIA?

 

            El Omega 3 es una grasa poliinsaturada, así que el cuerpo humano no puede producirlo. Hemos de ingerirlo en base a nuestra dieta cotidiana de manera vegetal o animal.

          Los ácidos grasos omega 3 son: Alfalinolénico (ALA) y derivados, Eicosapentanoico (EPA) y Docosahexaenoico (DHA).

           Los encontramos en pescado como el salmón, jurel, bacalao, sardina, arenque, semillas de linaza, aceite de canola, semillas de chía o salvia española, aceite de soja o lecitina, nueces, algas, huevos, leche de soja, semillas de calabaza...

            Es uno de los más demandados y a la vez el menos consumido en la dieta. Sirve principalmente para controlar los niveles de colesterol, es decir, regularlos bajando el malo (LDL) y manteniendo el bueno (HDL). Combate los triglicéridos, refuerza las arterias, hace fluir la sangre disolviendo coágulos, protege al corazón, estimula el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, rebaja la inflamación de las articulaciones por lo que se recomienda en problemas de artritis, protege las membranas celulares prolongando su ciclo vital y evitando su degeneración por lo que se recomienda en casos de parkinson, alzheimer y cáncer.

 

¿QUE ES EL OMEGA 6, DONDE SE ENCUENTRA Y EN QUE BENEFICIA?

 

            El Omega 6 es una grasa poliinsaturada que el cuerpo no puede producirla por lo que hay que ingerirla para disponer de ella en el organismo.

            Los ácidos grasos de Omega 6 son el Ácido Linoleico (AL), Ácido Gamalinolénico (AGL) y Ácido Araquidónico (AA). Al igual que el omega 3; el omega 6 se puede encontrar en dos tipos de fuentes, bien vegetal o bien animal.

           Los alimentos ricos en Omega 6 son las nueces, cereales, fibra de arroz, panes integrales, huevos, soja, onagra, aguacate, aceite de girasol o maíz, carnes rojas, maní, aceite de cáñamo, aceite de borraja, semillas de grosella, leche materna, coles de Bruselas, zanahorias, sésamo…

           El Omega 6 actúa principalmente regulando el sistema nervioso y el hormonal (sobre todo en la mujer con procesos de menopausia, infertilidad, quistes de ovario, sequedad vaginal, sensibilidad mamaria), incide beneficiosamente paliando problemas de artritis reumatoide por su acción antinflamatoria, sistema circulatorio colapsado (coágulos, presión arterial, angina de pecho, arritmias), controla la diabetes pues ayuda a mantener los niveles de insulina constantes, eliminando la sensación de hormigueo o entumecimiento; regula epidermis por lo que se aconseja en casos de acné o eccemas. Por otro lado, al mejorar el riego sanguíneo nutre y oxigena mejor la raíz del cabello previniendo su caída prematura. El aporte extra de Omega 6 también ayuda a resolver problemas de impotencia ya que mejora el envío de riego sanguíneo hacia el pene. Y por último, es hepatoprotector, resuelve problemas de próstata e incide positivamente a nivel neuronal, mejorando el ánimo en pacientes con depresión además de asegurar el correcto funcionamiento y la protección de la retina ocular.

 

¿QUE ES EL OMEGA 7, DONDE SE ENCUENTRA Y EN QUE BENEFICIA?

 

         El Omega 7 es un tipo de acido graso monoinsaturado conocido como palmitoléico (AP), que proviene del Espino Amarillo, Hippophae Rhamnoides, planta de origen Asiático y Europa Atlántica y sobre la que más estudios se han realizado y de donde se extrae actualmente, aunque también se encuentra en especies animales.

          El Omega 7, repercute específicamente en la regeneración y nutrición de la epidermis. De esta manera, revitaliza la función de la mucosa gástrica corrigiendo úlceras, devolviendo humificación en la mucosa bucal y activando las glándulas salivares. Sobre las mucosas oculares, devuelve su correcto funcionamiento (lagrimal, retina, secreción). Es útil en sequedades vaginales o inflamaciones genitales, tanto del aparato reproductor masculino como del femenino. Sobre la piel, actúa minorizando la dermatitis atópica, eccemas y psoriasis, alivia picores y sequedad cutánea. Pero también potencia el sistema inmunológico y es un excelente antioxidante que protege frente a los radicales libres por su alto contenido en vitamina E, que protege y estabiliza las membranas celulares.

 

¿QUE ES EL OMEGA 9, DONDE SE ENCUENTRA Y EN QUE BENEFICIA?

 

          El Omega 9 es un ácido monoinsaturado que a diferencia del 3, 6 y 7 el cuerpo es capaz de sintetizarlo, por lo que no se considera un ácido graso; pero que a la vez, es necesario aportarlo con la alimentación o suplementación.

        Los ácidos grasos Omega 9 son Ácido oleico, Ácido Eicosenoico, Ácido Eicosatrienoico, Ácido Erúcico y Ácido nervónico. Estos ácidos son comunes tanto en la grasa animal como en aceites vegetales.

          Una de las fuentes que más aporta Omega 9 en la cuenca mediterránea es el aceite de oliva, sin embargo también está presente en el aceite de canola, girasol o nuez; las aceitunas, almendras, macadamias, avellanas, cacahuetes, aguacates, semillas de ajonjolí, de mostaza pero también lo encontramos en la carne de cerdo ibérico, los arenques, las anguilas de río, gansos, truchas, sardinas…

          El Omega 9 se considera una omega comodín pues es capaz de suplir al omega 3. De manera básica, impide que la grasa se adhiera a las arterias pero cumple con más funciones sobre el organismo como la de controlar el colesterol, disminuir el riesgo de enfermedad cardiaca como puede ser la hipertensión y también protege la membrana de los hematíes (glóbulos rojos) provocando que circule por nuestro organismo sangre de calidad. Otra de las propiedades de este omega es reducir el riesgo de padecer diabetes del tipo II, ya que ejerce un efecto beneficiosos sobre la resistencia a la insulina y cuida la función del páncreas. Es un gran antiinflamatorio, por lo que calma la artritis reumatoidea. Y por ultimo, activa la producción de linfocitos.